jueves, 11 de abril de 2019

SEVILLA EN LOS SIGLOS XVI A XVII. LA PUERTA DE AMÉRICA

La ciudad de Hispalis se desarrolló con Roma, continuando su importancia con los musulmanes en la Edad Media, sobre todo en la época almohade. Tras el descubrimiento de América, Sevilla será la gran metrópoli peninsular junto a la nueva Corte de Madrid. En Sevilla se establecerá la Casa de Contratación y el tráfico a las Indias con sus apéndices en Cádiz y Sanlúcar de Barrameda y el eje fluvial del río Guadalquivir.
Junto a los Reales Alcázares (1) se erigió la Casa de Contratación. Muy próxima se encontraba la Catedral (2), sobre el solar de la mezquita mulmana con su alminar o Giralda, que asomaba por toda la ciudad. Entre ambos, estaba un solar a inicios del siglo XVI en el que, a finales del mismo, se construiría la Lonja de Mercaderes (15), actual Archivo de Indias. Hacia el norte de la Catedral se situaba el Ayuntamiento (3) en la plaza de San Francisco, lugar comercial en esencia, donde se reunían los extranjeros y se daban los tratos y mejores ventas. Muy cercano estaba el barrio de Santa Cruz (14), con sus callejuelas angostas y laberínticas. Más al norte estaba el barrio popular de la Feria (13). Al este del mismo llegaba el camino de Carmona (12), que comunicaba con la meseta y con la Corte de Madrid.
Hacia el suroeste sevillano se llegaba a los respectivos Arrabales de Carreterías (4) y de Cestería (5), así como el Arrenal (10), fuera de las murallas, a orillas del caudaloso Guadalquivir, y que estaban frecuentados por marineros, al estar allí los artesanos reparadores de los navíos y amarrar los pescadores. También cercanos se encuentran la Torre del Oro (8) y las antiguas Atarazanas (6) y el puerto de Sevilla, con  su trasiego de galeones en sus muelles. Las Atarazanas dejaron su primitiva función medieval para convertirse en grandes almacenes de todo tipo de cargamentos que entraban y salían con destino y llegada de ultramar. Ya en el lado más meridional estaba la puerta de acceso o Puerta de Jerez (9) y muy próxima estaba la Universidad (7).
Enfrente a todo este mundo tan dinámico, en la margen derecha, también al suroeste, quedaba el popular y nombrado barrio de Triana (11), hogar también de artesanos dedicados a asuntos de la mar y sus reparaciones.
El siglo XVI será el momento clave de la ciudad. Pero ya en el siglo XVII Sevilla no es ajena a la gran crisis secular y es pasto también de las mortíferas epidemias de peste de mitad de la centuria. Tras ellas, la decadencia es imparable. A inicios del siglo XVIII el golpe mortal llega con el traslado de la Casa de Contratación a Cádiz. Sevilla entraba en una lenta y larga decadencia.

sábado, 16 de marzo de 2019

LA PROVINCIA DE SEGOVIA Y SUS VISITAS BÁSICAS

La provincia de Segovia es un territorio de gran atractivo para el turista culto: arte, historia y naturaleza se dan la mano. Historia de la atigüedad romana, medieval y de los siglos modernos, quedando los tiempos contemporáneos como testigos de ese pasado brillante.
El recorrido propuesto -para el que llega desde Madrid- es el siguiente:
1º. Tras atravesar el puerto de Navacerrada, donde las excursiones a pie son numerosas, en medio de esa gran mancha de pinares de Valsaín que recorre toda la ladera serrana del Guadarrama, se llega al Real Sitio de La Granja de San Ildefonso, donde los jardines y su palacio borbónico, así como su casco histórico merecen un detallado paseo, que se completa con el cercano palacio de Riofrío.
2º. La ciudad de Segovia, donde el románico, el gótico y los sucesivos estilos posteriores son el complemento del gran acueducto, verdadero símbolo de la ciudad. Palacios, templos, ocio y excelentes panorámicas justifican su elección para ubicar un Parador de Turismo.
El resto del viaje por tierras segovianas es una sucesión de poblaciones medivales con castillos, palacios, arquitectura popular y templos de diversa tipología artística. Todo ello con una gran belleza paisajística de las inmensas planicies de Castilla, surcadas por ríos que forman cañones espectaculares y vigiladas por la Sierra de Guadarrama al sur.
3º. Llendo en dirección noreste, a la sombra del Sistema Central a nuestra derecha, se llega a Pedraza, ciudad medieval típica.
4º. Riaza, 5º los pueblos rojos y 6º Ayllón. El nombre de una medieval Comunidad de Villa y Tierra de Ayllón encierra naturaleza serrana al este del Puerto de Somosierra: Riaza con sus palacios e interesante plaza, los diminutos pueblos revestidos de arcilla como Madriguera o El Muyo y, por fin su capital Ayllón, con  la alargada plaza y arco de entrada a la villa.
7º. Algo más al norte se encuentra Maderuelo de calles pintorescas.
8º y 9º Sepúlveda y Fuentidueña. En dirección al oeste, entramos en el valle del Duratón, similar al anterior, con Sepúlveda, centro de iglesias románicas y concejo medieval. Fuentidueña destaca con su recinto amurallado.
10, 11 y 12. Turégano, Aguilafuente y Cuéllar. Entrando en el valle del Pirón, se destacan Turégano, con una plaza y castillo con iglesia románica en su interior, Aguilafuente, cuna de la imprenta en España, al imprimirse el primer libro: el Sinodial de Aguilafuente, y Cuéllar, la capital comarcal, con su castillo y sus encierros más antiguos del país.
13 y 14. Santa María la Real de Nieva y Coca. Dejamo el valle del Pirón y entramos de nuevo en el del Eresma: estamos en la campiña segoviana. En la Real de Nieva encontramos una iglesia de gran portada y, lo mejor, un claustro con una inmejorable fuente de historia medieval: los capiteles del claustro son de gran valor y artístico y nos muestran las escenas de la vida campesina y sus ciclos agrarios. En Coca destaca el castillo mudéjar.
15, 16 y 17. Martín Muñoz de las Posadas, Villacastín y El Espinar. En Martín Muñoz destaca, además de su plaza y su templo, el palacio del cardenal Espinosa, gobernante con Felipe II. Empezamos ahora ya el final del recorrido en dirección al sur. La autopista A-6 surca la campiña con la muralla serrana de nuevo ante nuestros ojos. Villacastín es una población que tuvo sus tiempos de gloria de y paso de los viajeros que llegaban del norte a Madrid. Destaca en exceso su enorme templo (casi catedralicio), con su torre herreriana, tan en boga en el siglo XVI. Por fín, El Espinar, pueblo ya casi serrano, con su barrio alejado de San Rafael, nos despide de esta bella provincia del sur de Castilla y León, no sin antes pasar por los bosques del pino de Valsaín en el puerto de Guadarrama -o Alto del León- que nos devuelve a los "Madriles".

viernes, 14 de diciembre de 2018

MACKENZIE Y LA BÚSQUEDA DEL PACÍFICO, 1788-1793

Alexander Mackenzie, escocés, nacido hacia 1764 en una isla de las Hébridas, fue uno de los grandes viajeros del siglo XVIII por América del Norte. Muy niño emigró con su padre, rico comerciante, a Canadá, estableciéndose en Montreal, donde se dedicó al comercio de pieles. Buscó la posible ruta al Pacífico en 1788. Partió hasta Fort Chipewyan, en las proximidades del lago Athabasca. Desde allí partió rumbo al norte en julio de 1789 siguiendo el cauce del actual río Mackenzie. Llegó al océano Glacial Ártico.
Más tarde, en 1792-1793, realizó un segundo viaje, llegando por fin al Pacífico por el fiordo de Bella Coola, tras atravesar las Montañas Rocosas y seguir el cauce del río de la Paz.
En 1801 se publicaron en Londres los diarios de sus viajes. En 1812 volvió a Escocia, donde contrajo matrimonio y falleció en 1820.