lunes, 16 de marzo de 2020

miércoles, 31 de julio de 2019

PEDRAZA DE LA SIERRA (SEGOVIA). PLANO Y PASEO



1. Puerta y Cárcel de la Villa.- 2. Palacio de los Castro.- 3. Casa de Pilatos.- 4. Casa de la Comunidad de Villa y Tierra.- 5. Mansión de los Pérez Salcedo.- 6. Palacio de los Bernal de Quirós.- 7. Palacio de los Marqueses de la Floresta.- 8. Ayuntamiento.- 9. San Juan.- 10. Casa de los Miranda o Contreras.- 11. Casa de Escobedos.- 12. Casa de los Condes de San Rafael.- 13. Mirador.- 14. Torre de las Hontanillas.- 15. Ermita de San Pedro.- 16. Casa del Conde de Pineda.- 17. Santa María.- 18. Castillo.- 19. Casa de los Marqueses de Pineda.- 20. Casa de la Inquisición.- 21. Santo Domingo.
 PASEO POR PEDRAZA
Pedraza es un pueblecito pintoresco en la ladera norte de la Sierra de Guadarrama en su versión segoviana. Es visitado los fines de semana por numerosos turistas para degustar su gastronomía castellana de asados. Palacetes y mansiones, iglesias, miradores, castillo y todo tipo de establecimientos comerciales y de hostelería le dan un interés turístico único.
El paseo es el siguiente:
Se entra por el Puerta y Cárcel Medieval y se continúa por la Calle Real hasta la Plaza Mayor. Por su extremo sur se llega a las plazas del Granado y de la Olma, que se continúan para llegar al mirador de la Torre de las Hontanillas. Volvemos sobre nuestros pasos hasta la Plaza de la Olma y, por La Florida, se llega a la Ermita de San Pedro. De nuevo regresamos a la Plaza del Granado y, antes de la Plaza Mayor, se toma a la izquierda la Calle Mayor, que continuamos recto hasta el Castillo de los Zuloaga. Se regresa hasta la Calle de la Calzada, que se continúa en la Calle del Matadero que nos devuelve al poco a la Puerta de la Villa. 

domingo, 21 de julio de 2019

EL GRAND TOUR DE LOS ILUSTRADOS BRITÁNICOS



Durante el siglo XVIII, en pleno auge ilustrado, los británicos viajaban al "continente" para imbuirse de la cultura clásica tan en boga durante esos años y al calor de los nuevos e importantes descubrimientos arqueológicos. Especialmente importante fue el descubrimiento de las ruinas de Pompeya, en el entonces reino de Nápoles.
El viajero británico cruzabe el Canal de la Mancha entre Dover y Calais, terminando su primera etapa en París. En la capital francesa practicaba la danza, aprendía el idioma francés y el arte de la equitación. De París recalaba en Ginebra.
A partir de la ciudad suiza se dirigía al sur y empezaba su viaje al sur mediterráneo. Para ello cruzaba los Alpes y llegaba a Florencia, donde contemplaba el primer plato fuerte del arte italiano renacentista. Antes de llegar a la Ciudad Eterna contemplaba la inclinación de la Torre de Pisa. Ya en la Roma vaticana quedaba impresionado ante las ruinas del glorioso pasado imperial: las termas, el Panteón de Agripa, el Coliseo, el circo o los arcos de triunfo. También admiraba la Roma del Renacimiento y el Barroco. Hacía una escapada al sur, a Nápoles, donde su parada era las ruinas de Pompeya.
Vuelto a Roma empezaba el retorno por el camino del noreste de Italia, visitando Bolonia y recorriendo los canales venecianos. Tras ello, el paso de los Alpes por el este, por el Alto Adigio, llegando a Innsbruck, en un baño de naturaleza montañosa de prados y bosques tiroleses. Seguía recorriendo el viejo Sacro Imperio y llegaba a la corte prusiana, a Berlín y el Potsdam palaciego. Por el norte de Alemania llegaba a Amsterdam y, de nuevo, a Calais, donde cruzaba a la isla y daba por acabado su viaje cultural y de observación. Este viaje fue alargado en el tiempo hasta enlazar con la etapa del Romanticismo y también, a veces, se completaba con al visita a Grecia, aunque el dominio turco no lo hacía especialmente atractivo. El ejemplo de británico viajero del Grand Tour lo representa Lorde Byron (1788-1824), el cual estuvo en Grecia y vio su revolución nacionalista. Murió en esta país víctima de la malaria. Sin embargo, no solo fueron británicos los que lo realizaron, también los escritores alemanes como Goethe o el francés Chateabriand.

jueves, 11 de abril de 2019

SEVILLA EN LOS SIGLOS XVI A XVII. LA PUERTA DE AMÉRICA

La ciudad de Hispalis se desarrolló con Roma, continuando su importancia con los musulmanes en la Edad Media, sobre todo en la época almohade. Tras el descubrimiento de América, Sevilla será la gran metrópoli peninsular junto a la nueva Corte de Madrid. En Sevilla se establecerá la Casa de Contratación y el tráfico a las Indias con sus apéndices en Cádiz y Sanlúcar de Barrameda y el eje fluvial del río Guadalquivir.
Junto a los Reales Alcázares (1) se erigió la Casa de Contratación. Muy próxima se encontraba la Catedral (2), sobre el solar de la mezquita mulmana con su alminar o Giralda, que asomaba por toda la ciudad. Entre ambos, estaba un solar a inicios del siglo XVI en el que, a finales del mismo, se construiría la Lonja de Mercaderes (15), actual Archivo de Indias. Hacia el norte de la Catedral se situaba el Ayuntamiento (3) en la plaza de San Francisco, lugar comercial en esencia, donde se reunían los extranjeros y se daban los tratos y mejores ventas. Muy cercano estaba el barrio de Santa Cruz (14), con sus callejuelas angostas y laberínticas. Más al norte estaba el barrio popular de la Feria (13). Al este del mismo llegaba el camino de Carmona (12), que comunicaba con la meseta y con la Corte de Madrid.
Hacia el suroeste sevillano se llegaba a los respectivos Arrabales de Carreterías (4) y de Cestería (5), así como el Arrenal (10), fuera de las murallas, a orillas del caudaloso Guadalquivir, y que estaban frecuentados por marineros, al estar allí los artesanos reparadores de los navíos y amarrar los pescadores. También cercanos se encuentran la Torre del Oro (8) y las antiguas Atarazanas (6) y el puerto de Sevilla, con  su trasiego de galeones en sus muelles. Las Atarazanas dejaron su primitiva función medieval para convertirse en grandes almacenes de todo tipo de cargamentos que entraban y salían con destino y llegada de ultramar. Ya en el lado más meridional estaba la puerta de acceso o Puerta de Jerez (9) y muy próxima estaba la Universidad (7).
Enfrente a todo este mundo tan dinámico, en la margen derecha, también al suroeste, quedaba el popular y nombrado barrio de Triana (11), hogar también de artesanos dedicados a asuntos de la mar y sus reparaciones.
El siglo XVI será el momento clave de la ciudad. Pero ya en el siglo XVII Sevilla no es ajena a la gran crisis secular y es pasto también de las mortíferas epidemias de peste de mitad de la centuria. Tras ellas, la decadencia es imparable. A inicios del siglo XVIII el golpe mortal llega con el traslado de la Casa de Contratación a Cádiz. Sevilla entraba en una lenta y larga decadencia.

sábado, 16 de marzo de 2019

LA PROVINCIA DE SEGOVIA Y SUS VISITAS BÁSICAS

La provincia de Segovia es un territorio de gran atractivo para el turista culto: arte, historia y naturaleza se dan la mano. Historia de la atigüedad romana, medieval y de los siglos modernos, quedando los tiempos contemporáneos como testigos de ese pasado brillante.
El recorrido propuesto -para el que llega desde Madrid- es el siguiente:
1º. Tras atravesar el puerto de Navacerrada, donde las excursiones a pie son numerosas, en medio de esa gran mancha de pinares de Valsaín que recorre toda la ladera serrana del Guadarrama, se llega al Real Sitio de La Granja de San Ildefonso, donde los jardines y su palacio borbónico, así como su casco histórico merecen un detallado paseo, que se completa con el cercano palacio de Riofrío.
2º. La ciudad de Segovia, donde el románico, el gótico y los sucesivos estilos posteriores son el complemento del gran acueducto, verdadero símbolo de la ciudad. Palacios, templos, ocio y excelentes panorámicas justifican su elección para ubicar un Parador de Turismo.
El resto del viaje por tierras segovianas es una sucesión de poblaciones medivales con castillos, palacios, arquitectura popular y templos de diversa tipología artística. Todo ello con una gran belleza paisajística de las inmensas planicies de Castilla, surcadas por ríos que forman cañones espectaculares y vigiladas por la Sierra de Guadarrama al sur.
3º. Llendo en dirección noreste, a la sombra del Sistema Central a nuestra derecha, se llega a Pedraza, ciudad medieval típica.
4º. Riaza, 5º los pueblos rojos y 6º Ayllón. El nombre de una medieval Comunidad de Villa y Tierra de Ayllón encierra naturaleza serrana al este del Puerto de Somosierra: Riaza con sus palacios e interesante plaza, los diminutos pueblos revestidos de arcilla como Madriguera o El Muyo y, por fin su capital Ayllón, con  la alargada plaza y arco de entrada a la villa.
7º. Algo más al norte se encuentra Maderuelo de calles pintorescas.
8º y 9º Sepúlveda y Fuentidueña. En dirección al oeste, entramos en el valle del Duratón, similar al anterior, con Sepúlveda, centro de iglesias románicas y concejo medieval. Fuentidueña destaca con su recinto amurallado.
10, 11 y 12. Turégano, Aguilafuente y Cuéllar. Entrando en el valle del Pirón, se destacan Turégano, con una plaza y castillo con iglesia románica en su interior, Aguilafuente, cuna de la imprenta en España, al imprimirse el primer libro: el Sinodial de Aguilafuente, y Cuéllar, la capital comarcal, con su castillo y sus encierros más antiguos del país.
13 y 14. Santa María la Real de Nieva y Coca. Dejamo el valle del Pirón y entramos de nuevo en el del Eresma: estamos en la campiña segoviana. En la Real de Nieva encontramos una iglesia de gran portada y, lo mejor, un claustro con una inmejorable fuente de historia medieval: los capiteles del claustro son de gran valor y artístico y nos muestran las escenas de la vida campesina y sus ciclos agrarios. En Coca destaca el castillo mudéjar.
15, 16 y 17. Martín Muñoz de las Posadas, Villacastín y El Espinar. En Martín Muñoz destaca, además de su plaza y su templo, el palacio del cardenal Espinosa, gobernante con Felipe II. Empezamos ahora ya el final del recorrido en dirección al sur. La autopista A-6 surca la campiña con la muralla serrana de nuevo ante nuestros ojos. Villacastín es una población que tuvo sus tiempos de gloria de y paso de los viajeros que llegaban del norte a Madrid. Destaca en exceso su enorme templo (casi catedralicio), con su torre herreriana, tan en boga en el siglo XVI. Por fín, El Espinar, pueblo ya casi serrano, con su barrio alejado de San Rafael, nos despide de esta bella provincia del sur de Castilla y León, no sin antes pasar por los bosques del pino de Valsaín en el puerto de Guadarrama -o Alto del León- que nos devuelve a los "Madriles".