domingo, 13 de octubre de 2013

ALEJANDRO MAGNO Y SU IMPERIO, 334 - 323 a. C.


Alejandro Magno inició sus campañas en el contexto de las guerras contra los persas de Darío III que había iniciado su padre Filipo de Macedonia. Grecia respondía ahora a las antiguas invasiones de las Guerras Médicas. Tras someter Asia Menor se dirigió hacia el sur, antes de invadir el imperio persa, para entrar en Egipto, donde fundó Alejandría y se autoproclamó faraón.
Vuelto a Palestina, se dirigió ahora hacia el este con el propósito de entrar en Persia, previa conquista de Babilonia. Entrado ya en ese imperio, ocupó sus principales ciudades: Susa, Persépolis, Pasargada y Ecbatana. Desde la costa meridional del Mar Caspio emprendió su campaña en lo que hoy es Afganistán. Desde allá, inició su rumbo al sur, por el valle del río Indo, en su intento de atacar la India, país que recorrió en sus confines occidentales. Por el sur del actual Irán regresó a Persépolis y, de allí, de nuevo a Babilonia. Sin embargo, no pudo regresar vivo a su Macedonia natal, pues falleció en la capital mesopotámica, en junio del año 323, según parece que de malaria.
Tras su muerte, los generales de su ejército se repartieron el imperio y formaron dinastías de raíz griega. En realidad, sus conquistas pusieron en contacto la cultura clásica helena con las culturas del Próximo Oriente.

sábado, 12 de octubre de 2013

LA CAMPAÑA DE CATALUÑA


Franco decidió atacar Cataluña sin acordar una tregua navideña, para aprovechar así el desgaste republicano después de la batalla del Ebro. Además, le urgía ahora acabar la guerra ante el previsible conflicto mundial tras la reunión de las potencias en Múnich (septiembre de 1938). A pesar de que los republicanos iniciaron una ofensiva de distracción en Extremadura, Franco continuó sus planes. La campaña de Cataluña se iniciaba el 23 de diciembre de 1938 al mando del general Dávila. Las ofensivas se dirigirían hacia el este, desde Lérida, y desde el suroeste (Tarragona), en dirección al noreste, a Barcelona y Gerona. Un mes después (26 de enero) entraba Yagüe en una Barcelona abandonada por el gobierno republicano y reunido postreramente, junto a las Cortes, en Figueres. Dos semanas después llegaban los franquistas a la frontera (9 de febrero).
La retirada republicana hacia el norte es uno de los hechos más terribles en la represión mutua durante la guerra. A las duras represalias franquistas, típicas de toda la guerra tras la caída de cualquier zona republicana, se sumaba la de milicianos descontrolados. Éstos fusilaron masivamente a prisioneros derechistas en su poder, como es el caso del general franquista, rendido en Teruel, Rey d´Ancourt, o el obispo Polanco. Las caravanas apresuradas de camiones con fugitivos se atascaban cerca de La Jonquera y eran presa de ataques aéreos de la aviación enemiga. Es tristemente célebre la evacuación del poeta Antonio Machado y su madre, enfermos y muertos ambos casi al tiempo en la vecina localidad francesa de Colliure. La guerra estaba ya casi acabada, pues las sucesivas caídas del cuadrante suroriental peninsular y de la capital de España eran ya casi inevitables.

viernes, 11 de octubre de 2013

EL IMPERIO ROMANO A INICIOS DEL SIGLO II

 
Las civilizaciones griega y romana son la expresión de la cultura clásica, gran aportadora de los elementos de la actual civilización occidental. La Roma republicana, tras derrocar a la monarquía, inició la expansión por el mar Mediterráneo. En un primer momento hubo de enfrentarse a los cartagineses (guerras púnicas, siglo III a. C) por las que se erigió como la potencia hegemónica en el Mediterráneo occidental. Tras ello, se expandió a costa de su admirada Grecia, por el este.
En el siglo I a. C, tras el asesinato de Julio César, su sobrino Octavio Augusto acabó con la República e implantó el Imperio. El primer emperador pacificó el norte de Hispania y anexionó Egipto, pero fracasó en Germania (desastre de Teotoburgo).
Ya en nuestra era, sus sucesores fueron incorporando al Imperio: Britania, Mauritania y, sobre todo, Dacia, ocupada por el emperador hispano Trajano. Roma alcanzaba su máxima expansión y apogeo.
Sin embargo, a inicios del siglo III, comenzaba una crisis estructural imparable que llevaría a la parte occidental del Imperio a su quiebra definitiva. Las fronteras (limes) de los ríos Rin y Danubio era sistemáticamente traspasadas por las correrías de pueblos bárbaros germánicos. La situación, cada vez más insostenible hizo que a inicios del siglo IV el emperador Constantino llevase la capital de Roma a Bizancio (Constantinopla) y que, a finales del mismo, el emperador Teodosio se decidiese por dividir el imperio en dos mitades, oriente y occidente, entre sus dos hijos. Honorio quedaría con la parte ya en decadencia imparable: Roma, mientras Arcadio heredaba la parte próspera, el llamado Imperio Bizantino, que resistiría los ataques musulmanes de árabes y turcos hasta su caída en 1453.
En el año 476, Rómulo Augústulo, era depuesto por los hérulos. Era el último emperador romano. Occidente se sumía en una larga noche o Edad Media de más de medio milenio de duración.

ETAPAS DE LA CONQUISTA ROMANA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

 
El año 218 a. C, las legiones romanas desembarcaban en Emporion (Ampurias) con el pretexto de ayudar a sus aliados peninsulares ante el ataque de los cartagineses. Era el tiempo de las guerras Púnicas (Roma frente a Cartago), en las que ambas potencias, situadas respectivamente en las orillas norte y sur del Mediterráneo central, se jugaban su hegemonía en la zona. Tras la destrucción de Cartago, los romanos dominaron fácilmente todo el litoral mediterráneo y la desembocadura del Guadalquivir.
Más complicada, no obstante, se presentaba la invasión de la Meseta ante la dura resistencia de los pueblos celtíberos y lusitanos especialmente. El duro asedio de la ciudad de Numancia y su mito posterior así lo demuestra. También se suele aludir al mítico Viriato, caudillo del segundo pueblo aludido, el cual, tras presentar una dura guerra de guerrillas, sólo fue capturado por Roma mediante la traición.
Tras la prolongada lucha por el dominio del interior peninsular, se procedió a someter a los indómitos pueblos del norte cantábrico, los cuales hicieron necesaria la llegada a Hispania del mismo emperador Octavio Augusto con sus mejores legiones. Sólo tras la campaña del norte se logró el total domino de la península. A pesar de ello, la resistencia de esos pueblos cantábricos, en especial la de los vascones, impidió la romanización plena del territorio.

lunes, 30 de septiembre de 2013

LA BATALLA DE BRUNETE


BATALLA DE BRUNETE
Ante la ofensiva franquista contra Cantabria a inicios del verano de 1937, el mando republicano decide una ofensiva desde el noroeste de la provincia de Madrid que cortase la carretera de Extremadura, al suroeste, a la altura de Navalcarnero, y así cercar la Casa de Campo y obligar a Franco a retirar tropas del norte.
Se inicia el ataque la madrugada del 6 de julio por la 11ª División de Líster, que avanza unos 16 km y conquista Brunete, ante la sorpresa de los franquistas. El día 7 cae Villanueva de la Cañada, aunque Quijorna y Villanueva del Pardillo logran resistir los ataques de las Brigadas Internacionales. Sin embargo cae Quijorna al día siguiente, mientras que, el día 11, cae Villanueva. Sin embargo, Líster no continuó a Boadilla del Monte, atrincherándose en Brunete.
A partir del día 12, reforzados por tropas retiradas del norte, los nacionales repelen los ataques y las fuerzas republicanas pasan a la defensiva, produciéndose durante los días siguientes combates durísimos, con ataques y contraataques bajo un sol abrasador. La superioridad aérea de la Legión Cóndor es decisiva y los republicanos llegan a ejecuciones de desertores en el campo de batalla.
El 24 de julio los sublevados recuperan Brunete y el día 27 de julio ha terminado todo, sin que los nacionales recuperen Quijorna, Villanueva de la Cañada y Villanueva del Pardillo.
La batalla se saldó con 20.000 bajas republicanas y 17.000 franquistas. Los republicanos lograron una pequeña franja de territorio y sólo se detuvo un mes el ataque a Cantabria.

domingo, 29 de septiembre de 2013

LA BATALLA DE BELCHITE

La batalla de Belchite es una de las más desconocidas de la Guerra Civil española, a pesar de su gran importancia. Hoy, existen aún sus ruinas tal y como quedaron al acabar la batalla. El paso del tiempo va poco a poco destruyendo lo que las bombas no lograron. Unas ruinas testimonio de la barbarie de aquella guerra.
 
 
A finales de agosto de 1937, tras el fracaso de Brunete, los republicanos decidieron otra ofensiva de distracción que detuviese el ataque franquista a Asturias. Una gran ofensiva debería hacer una tenaza en torno a Zaragoza, la cual debería de caer y dar un golpe de propaganda, pues sería la primera capital de provincia que caería en poder republicano.
El 24 de agosto se inició la ofensiva. El 26 cayeron fácilmente Quinto, Mediana y Codo, llegando muy cerca de Zaragoza. Sin embargo, Belchite resistía. La población contaba con unos 3.800 habitantes y en esos momentos estaba bien fortificada, con una buena guarnición de soldados franquistas. Los republicanos decidieron tomarla al asalto, aún a riesgo de perder un tiempo precioso para  proseguir con éxito el plan trazado. Tras ser rechazada una ofensiva de socorro de los nacionales (30 de agosto), la madrugada del 5 al 6 de septiembre, los asaltantes someten la ciudad, pero no pueden impedir una salida desesperada de sus defensores, algunos de los cuales logran sobrepasar las líneas enemigas y llegar a reunirse con sus tropas. A mediados de septiembre el frente estaba estabilizado sin que la capital aragonesa cayese y Belchite quedaba reducido a un montón de ruinas.
 
Ruinas de Belchite

sábado, 21 de septiembre de 2013

EL DESASTRE DE ANNUAL, JULIO-AGOSTO DE 1921



EL DESASTRE DE ANNUAL. TRES SEMANAS DE TERROR Y MUERTE EN EL RIF
1. Mañana de 22 de julio. En Annual, falsa elevación, difícil de defender y casi sin agua, la policía indígena se pasó al bando rifeño. Los inexpertos soldados de reemplazo huyeron en desbandada hacia Melilla.
2. Día 17-21 de julio. Días antes, comenzó el ataque a Igueriben. Retirada de los soldados del capitán Benítez: se salvan 36 de 244. (208 muertos).Muchas posiciones que intentan retirarse en orden, van siendo aniquiladas.
3. Tarde del 23 de julio. Resistencia desesperada del capitán Capablanca: se salvan 3 de 130. (127 muertos).
4. Mañana del 23 de julio. Resiste la columna Romero: 37 muertos de 604.
5. 25 de julio. Los soldados de García Esteban se retiran en secreto a la zona francesa del sur, al ser descubiertos se salvan 493 de 1500. (1007 muertos).
6. Noche del 25 de julio. Bernal y Dueñas mueren. Se salvan 7 de 120. (113 muertos).
7. Medio día del 22 de julio. Volviendo a Annual, los que huyen despavoridos caen ante las balas rifeñas. Se refugian en el desfiladero del monte Izzumar. Trampa mortal. Son “cazados” en pocas horas. Unos mil muertos.
8. Del 22 a 28 de julio. Retirada desordenada del capitán Escribano. Mueren sus 85 soldados. Sólo se salva uno.
9. Mañana del 25 de julio. La tropa de Araújo, tras rendirse, es asesinada en masa: unos 900 muertos.
10. Día 23 de julio. Heroicas cargas todo el día del escuadrón de Caballería Alcántara, al mando de Fernando Primo de Rivera, hermano del futuro dictador. Al final del día son aniquilados, pero han salvado la retirada de la tropa del general Navarro.
11. Del 29 de julio al 9 de agosto. La mayoría de los supervivientes se reúnen en Monte Arruit. Resisten desesperadamente, no hay esperanza de una contraofensiva de salvamento. Tras la rendición, son asesinados 3.000 hombres. Navarro y unos pocos son apresados: Se tendrá que pagar un elevado rescate para su liberación.
12. Día 2 de agosto. Se rinde Carrasco en Zeluán: Asesinato de sus 500 soldados.
13. Día 3 de agosto. Rendición de Nador, la puerta de Melilla. Pardo Agudín es asesinado con sus soldados y colonos civiles. (71 muertos). Tras la reconquista se vieron crueles torturas de esos soldados y personas civiles. De los soldados que se salvaron en algunas de estas luchas de julio, muchos murieron después en Monte Arruit, en agosto, o en Zeluán, o en Nador. Muy pocos lograron salvarse y llegar a Melilla despavoridos.
Monte Gurugú. 20 de agosto a 10 de octubre, los cañones españoles capturados por los rifeños, bombardean casi a diario Melilla, ciudad es presa del pánico ante una hipotética y brutal conquista rifeña. A duras penas llegan los refuerzos de la Legión.
El desastre era total. El gobierno del conservador Allendesalazar, el pueblo español -que pagó con sus jóvenes el descalabro-, el rey, desde su veraneo de San Sebastián, viendo caer su ya mermada popularidad y el Ejército, impotente ante unos infravalorados “salvajes moros” ... todos juntos, asistían a un nuevo 98 veintitrés años después, cuando muchos de aquellos desgraciados de Cuba y Filipinas aún vivían.