BATALLA DE BRUNETE
Ante la ofensiva franquista contra Cantabria a inicios del verano de 1937,
el mando republicano decide una ofensiva desde el noroeste de la provincia de
Madrid que cortase la carretera de Extremadura, al suroeste, a la altura de Navalcarnero,
y así cercar la Casa de Campo y obligar a Franco a retirar tropas del norte.
Se inicia el ataque la madrugada del 6 de julio por la 11ª División de
Líster, que avanza unos 16 km y conquista Brunete, ante la sorpresa de los
franquistas. El día 7 cae Villanueva de la Cañada, aunque Quijorna y Villanueva
del Pardillo logran resistir los ataques de las Brigadas Internacionales. Sin
embargo cae Quijorna al día siguiente, mientras que, el día 11, cae Villanueva. Sin embargo, Líster
no continuó a Boadilla del Monte, atrincherándose en Brunete.
A partir del día 12, reforzados por tropas retiradas del norte, los
nacionales repelen los ataques y las fuerzas republicanas pasan a la defensiva,
produciéndose durante los días siguientes combates durísimos, con ataques y
contraataques bajo un sol abrasador. La superioridad aérea de la Legión Cóndor
es decisiva y los republicanos llegan a ejecuciones de desertores en el campo de batalla.
El 24 de julio los sublevados recuperan Brunete y el día 27 de julio ha terminado
todo, sin que los nacionales recuperen Quijorna, Villanueva de la Cañada y
Villanueva del Pardillo.
La batalla se saldó con 20.000 bajas republicanas y 17.000 franquistas. Los
republicanos lograron una pequeña franja de territorio y sólo se detuvo un mes
el ataque a Cantabria.