lunes, 30 de septiembre de 2013

LA BATALLA DE BRUNETE


BATALLA DE BRUNETE
Ante la ofensiva franquista contra Cantabria a inicios del verano de 1937, el mando republicano decide una ofensiva desde el noroeste de la provincia de Madrid que cortase la carretera de Extremadura, al suroeste, a la altura de Navalcarnero, y así cercar la Casa de Campo y obligar a Franco a retirar tropas del norte.
Se inicia el ataque la madrugada del 6 de julio por la 11ª División de Líster, que avanza unos 16 km y conquista Brunete, ante la sorpresa de los franquistas. El día 7 cae Villanueva de la Cañada, aunque Quijorna y Villanueva del Pardillo logran resistir los ataques de las Brigadas Internacionales. Sin embargo cae Quijorna al día siguiente, mientras que, el día 11, cae Villanueva. Sin embargo, Líster no continuó a Boadilla del Monte, atrincherándose en Brunete.
A partir del día 12, reforzados por tropas retiradas del norte, los nacionales repelen los ataques y las fuerzas republicanas pasan a la defensiva, produciéndose durante los días siguientes combates durísimos, con ataques y contraataques bajo un sol abrasador. La superioridad aérea de la Legión Cóndor es decisiva y los republicanos llegan a ejecuciones de desertores en el campo de batalla.
El 24 de julio los sublevados recuperan Brunete y el día 27 de julio ha terminado todo, sin que los nacionales recuperen Quijorna, Villanueva de la Cañada y Villanueva del Pardillo.
La batalla se saldó con 20.000 bajas republicanas y 17.000 franquistas. Los republicanos lograron una pequeña franja de territorio y sólo se detuvo un mes el ataque a Cantabria.

domingo, 29 de septiembre de 2013

LA BATALLA DE BELCHITE

La batalla de Belchite es una de las más desconocidas de la Guerra Civil española, a pesar de su gran importancia. Hoy, existen aún sus ruinas tal y como quedaron al acabar la batalla. El paso del tiempo va poco a poco destruyendo lo que las bombas no lograron. Unas ruinas testimonio de la barbarie de aquella guerra.
 
 
A finales de agosto de 1937, tras el fracaso de Brunete, los republicanos decidieron otra ofensiva de distracción que detuviese el ataque franquista a Asturias. Una gran ofensiva debería hacer una tenaza en torno a Zaragoza, la cual debería de caer y dar un golpe de propaganda, pues sería la primera capital de provincia que caería en poder republicano.
El 24 de agosto se inició la ofensiva. El 26 cayeron fácilmente Quinto, Mediana y Codo, llegando muy cerca de Zaragoza. Sin embargo, Belchite resistía. La población contaba con unos 3.800 habitantes y en esos momentos estaba bien fortificada, con una buena guarnición de soldados franquistas. Los republicanos decidieron tomarla al asalto, aún a riesgo de perder un tiempo precioso para  proseguir con éxito el plan trazado. Tras ser rechazada una ofensiva de socorro de los nacionales (30 de agosto), la madrugada del 5 al 6 de septiembre, los asaltantes someten la ciudad, pero no pueden impedir una salida desesperada de sus defensores, algunos de los cuales logran sobrepasar las líneas enemigas y llegar a reunirse con sus tropas. A mediados de septiembre el frente estaba estabilizado sin que la capital aragonesa cayese y Belchite quedaba reducido a un montón de ruinas.
 
Ruinas de Belchite

sábado, 21 de septiembre de 2013

EL DESASTRE DE ANNUAL, JULIO-AGOSTO DE 1921



EL DESASTRE DE ANNUAL. TRES SEMANAS DE TERROR Y MUERTE EN EL RIF
1. Mañana de 22 de julio. En Annual, falsa elevación, difícil de defender y casi sin agua, la policía indígena se pasó al bando rifeño. Los inexpertos soldados de reemplazo huyeron en desbandada hacia Melilla.
2. Día 17-21 de julio. Días antes, comenzó el ataque a Igueriben. Retirada de los soldados del capitán Benítez: se salvan 36 de 244. (208 muertos).Muchas posiciones que intentan retirarse en orden, van siendo aniquiladas.
3. Tarde del 23 de julio. Resistencia desesperada del capitán Capablanca: se salvan 3 de 130. (127 muertos).
4. Mañana del 23 de julio. Resiste la columna Romero: 37 muertos de 604.
5. 25 de julio. Los soldados de García Esteban se retiran en secreto a la zona francesa del sur, al ser descubiertos se salvan 493 de 1500. (1007 muertos).
6. Noche del 25 de julio. Bernal y Dueñas mueren. Se salvan 7 de 120. (113 muertos).
7. Medio día del 22 de julio. Volviendo a Annual, los que huyen despavoridos caen ante las balas rifeñas. Se refugian en el desfiladero del monte Izzumar. Trampa mortal. Son “cazados” en pocas horas. Unos mil muertos.
8. Del 22 a 28 de julio. Retirada desordenada del capitán Escribano. Mueren sus 85 soldados. Sólo se salva uno.
9. Mañana del 25 de julio. La tropa de Araújo, tras rendirse, es asesinada en masa: unos 900 muertos.
10. Día 23 de julio. Heroicas cargas todo el día del escuadrón de Caballería Alcántara, al mando de Fernando Primo de Rivera, hermano del futuro dictador. Al final del día son aniquilados, pero han salvado la retirada de la tropa del general Navarro.
11. Del 29 de julio al 9 de agosto. La mayoría de los supervivientes se reúnen en Monte Arruit. Resisten desesperadamente, no hay esperanza de una contraofensiva de salvamento. Tras la rendición, son asesinados 3.000 hombres. Navarro y unos pocos son apresados: Se tendrá que pagar un elevado rescate para su liberación.
12. Día 2 de agosto. Se rinde Carrasco en Zeluán: Asesinato de sus 500 soldados.
13. Día 3 de agosto. Rendición de Nador, la puerta de Melilla. Pardo Agudín es asesinado con sus soldados y colonos civiles. (71 muertos). Tras la reconquista se vieron crueles torturas de esos soldados y personas civiles. De los soldados que se salvaron en algunas de estas luchas de julio, muchos murieron después en Monte Arruit, en agosto, o en Zeluán, o en Nador. Muy pocos lograron salvarse y llegar a Melilla despavoridos.
Monte Gurugú. 20 de agosto a 10 de octubre, los cañones españoles capturados por los rifeños, bombardean casi a diario Melilla, ciudad es presa del pánico ante una hipotética y brutal conquista rifeña. A duras penas llegan los refuerzos de la Legión.
El desastre era total. El gobierno del conservador Allendesalazar, el pueblo español -que pagó con sus jóvenes el descalabro-, el rey, desde su veraneo de San Sebastián, viendo caer su ya mermada popularidad y el Ejército, impotente ante unos infravalorados “salvajes moros” ... todos juntos, asistían a un nuevo 98 veintitrés años después, cuando muchos de aquellos desgraciados de Cuba y Filipinas aún vivían.

sábado, 14 de septiembre de 2013

EL IMPERIALISMO EUROPEO EN ÁFRICA Y ASIA A INICIOS DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

Cuando se producían los trágicos disparos de Sarajevo en junio de 1914, los europeos estaban en el cénit de su dominio imperialista del mundo. Aparte del continente americano, ya con escasa presencia de ellos, su colonialismo era casi absoluto en África y se aseguraban el control de Asia.

 
ASIA
Desde finales de la Edad Media, los europeos anhelaban llegar a Asia tras las noticias dadas por Marco Polo y otros viajeros. Tras españoles y portugueses llegaron británicos, franceses y holandeses.
En el siglo XVIII los británicos iniciaban su entrada en la India. Este territorio, desde mediados del siglo XIX sería llamado "La Joya de la Corona" por el premier conservador Benjamín Disraeli. En efecto, la política de los sucesivos gobiernos de Londres sería agrandar y proteger sus conquistas en la India. Para una mejor protección ocuparon por sus flancos noroccidental y nororiental, Pakistán y Birmania respectivamente. Aún temerosos de cualquier ataque exterior, consiguieron firmar con otras potencias imperialistas una serie de tratados que establecían los llamados estados-tapón, es decir, países independientes, que no serían invadidos, a modo de escudo entre posibles rivales europeos.  De esta forma, Irán y Afganistán formarían un "tapón" defensivo al oeste, así como Tíbet, Nepal y Bután al norte, ambos frente al expansionismo de los zares. Por el este quedaba Siam o Tailandia como tapón frente a los franceses, que se habían establecido en la franja oriental de Indochina (hoy Vietnam). Para limitar la expansión holandesa en Indonesia, país que se hacía con las antaño codiciadas islas de las Especias, ocuparon los británicos Malasia. Insignificantes, y más que nada, simbólicos, eran los enclaves portugueses en la India (Goa) y en China (Macao), así como la parte oriental de la isla de Timor, en Indonesia.
Rusia se expandía hacia el Pacífico desde el siglo XVIII y llegó a Alaska, en América, amenazando a los establecimientos españoles del norte de Nueva España. Este avance fue frenado en el estrecho de Bering por Estados Unidos al comprar los norteamericanos el territorio alasqueño. La expansión zarista se encaminaba al sur, con el posible choque con la India británica.
Dos potencias no europeas, que se habían industrializado al ritmo del viejo continente, Japón y Estados Unidos, también se introducían en el continente amarillo. La primera ocupa la península coreana y la segunda se había introducido a expensas de España, tras la guerra de 1898.
Países asiáticos independientes, además de los citados eran: Turquía, que conservaba los restos de su viejo imperio y que perdería tras la I Guerra Mundial; y China, la cual era demasiado extensa y poblada para ser conquistada militarmente por los occidentales. Un "potro" muy difícil de montar que solo podría ser controlado desde las embajadas y por tratados que asegurasen ventajas económicas con un gobierno títere, que seguiría tras la revolución de Sun Yat Sen, primer presidente que logró derrocar el secular imperio. Por su parte, Mongolia, Arabia y pequeños emiratos, eran estados muy atrasados y apenas contaban en el interés europeo, aunque la península Arábiga empezaba a ser  tenida en cuenta por el hallazgo de pozos petrolíferos.  
 

ÁFRICA
En 1885 se celebraba la Conferencia de Berlín, en la cual los principales países europeos se repartían el continente africano. El resultado daba la gran preponderancia a Gran Bretaña y a Francia. La primera asentaba sus dominios en la zona oriental africana, con el objetivo de hacer un eje terrestre entre El Cairo y El Cabo. Su propósito sólo pudo cumplirse tras la I Guerra Mundial, a expensas de los territorios alemanes y tras la humillación de los portugueses al frenarles en su intento de unir por tierra Angola con Mozambique. Francia, por su parte, tenía que reconocer enclaves costeros en su zona noroccidental atlántica: españoles, británicos, alemanes y portugueses, así como el estado independiente de Liberia.
Aparte de estos dos grandes imperios africanos, quedaban otras potencias con dominios mucho más modestos. En el corazón del continente, se distingue el dominio belga en el Congo, inicialmente finca privada del rey Leopoldo. Por su parte, los italianos se asentaban en Libia y en las costas del "cuerno" de África, con vistas a su futura anexión de Abisinia o Etiopía.
En 1914, con la I Guerra Mundial iniciada, se dirimirían las tensiones diplomáticas entre los europeos (Paz Armada, con los incidentes marroquíes causados por los alemanes), resultando expulsados éstos últimos y surgiendo muy débilmente aún, los embriones de los movimientos nacionalistas, protagonistas del futuro proceso de descolonización.

domingo, 8 de septiembre de 2013

PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL: GRAN BRETAÑA HACIA 1850


Gran Bretaña fue el "taller del mundo", al ser la pionera de la industrialización. A finales del siglo XVIII iniciaba su despegue o take-off. La riqueza carbonífera y la tradición científica y técnica, permitieron al país su salto hacia adelante. La industria textil algodonera (basada en la importación de la materia prima para su reexportación posterior) primero, y la siderúrgica después, se localizaron próximas a las fuentes de energía, en este tiempo las minas de carbón: sur de gales, Norwich, Midlands, Lancashire, Northumberland y las Lowlands de Escocia. La gran ciudad de Londres concentraba la administración, los servicios y las industrias punteras. Poco a poco la isla se fue cubriendo por una compleja y amplia red ferroviaria. Paralelamente, las poblaciones de las zonas rurales empezaron un éxodo rural con destino a las minas y zonas industriales.
Hacia 1850 Gran Bretaña era la primera potencia económica y militar del planeta y se disponía a construir un amplio imperio ultramarino extendido por los cinco continentes, coincidiendo con el reinado de Victoria I.

 

REALES SITIOS DEL SIGLO XVIII


La monarquía borbónica se desplazaba periódicamente, según las estaciones, por sus palacios cercanos a la Villa y Corte de Madrid. Ya desde la dinastía de los Austrias se fue formando una red de Reales Sitios, con una variada tipología monumental.
Los fríos del invierno se pasaban más aliviados en Madrid. El vetusto Alcázar de los Austrias se incendió en la Navidad de 1735. Sobre sus cenizas se erigió uno de los palacios reales más importantes de Europa: el Palacio de Oriente, proyectado por los italianos Juvara y Sachetti, en estilo barroco tardío. Entre el incendio del Alcázar y la inauguración de dicho palacio y de Oriente, los reyes Felipe V y Fernando VI, residieron en el palacio del Buen Retiro, del que hoy no queda nada, tras su destrucción en la Guerra de la Independencia o del Francés. El palacio de El Pardo entraba dentro de esta dinámica de traslado de los reyes.
Con el despuntar de la primavera, la Corte se desplazaba al palacio de Aranjuez (1) para, al llegar los primeros calores, desplazarse al palacio de La Granja de San Ildefonso (2), lugar especialmente agradable, al pie de la Sierra de Guadarrama y rodeado de bosques de pino Valsaín. Por fin, con la llegada del otoño, la comitiva se desplazaba al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (3). En 1807 estaban los reyes en este monasterio, cuando se produjo la famosa conjura protagonizada por Fernando VII y que supuso el prólogo del Motín de Aranjuez. Por fin la Corte regresaba a Madrid (4).
Dada la diferencia en el tiempo de unas construcciones a otras, los estilos arquitectónicos difieren bastante entre sí. Basculan entre el herreriano de El Escorial, el barroco tardío de La Granja o el palacio de Oriente, al neoclasicismo, plasmado en Aranjuez.
 
Esta red de palacios suntuosos y cercanos a la capital del reino es normal en otros países de Europa, como se ve en este mapa.
 

 
 

EL PROTECTORADO ESPAÑOL EN MARRUECOS, 1906-1956



En la primavera de 1956 aterrizaba en el aeropuerto de Barajas el flamante rey de Marruecos, Mohamed V, y se entrevistaba con Franco. Marruecos accedía a la independencia de sus dos amos: Francia y España. La historia del Protectorado de Marruecos se iniciaba cincuenta años antes, tras la celebración de la Conferencia de Algeciras, entre 1905 y 1906.
La España de entonces era un país pobre y humillado por Estados Unidos al arrebatarle por la fuerza sus últimas colonias, máxime cuando los europeos se vanagloriaban de tener sus imperios ultramarinos. La vecina Europa esperaba una guerra inminente entre las potencias centrales y la Triple Entente. Alemania fracasaba en su intento de introducirse en Marruecos -último país independiente junto a Etiopía- en beneficio de Francia, que sí lo conseguía. Sin embargo Gran Bretaña recelaba de tener a la III República Francesa al otro lado del Estrecho.
Ante esta coyuntura diplomática tan complicada, se celebró la conferencia. Londres decidió que una potencia inofensiva como España debía de establecerse en la mitad norte de Marruecos para que París no hiciese sombra ante Gibraltar. Así las cosas, años después, los dos gobiernos, Madrid y París, decidían el establecimiento del Protectorado de Marruecos, el cual mantenía la soberanía interna y religiosa en persona del sultán alauí.
Tras una muy dura guerra, agudizada entre 1921 y 1927, especialmente en la zona del Rif, y en la que se formaría una generación de militares africanistas de extrema derecha sobre todo, se podía decir que la zona española estaba pacificada.
El territorio español comprendía del Atlántico al curso bajo del río Muluya. La Yebala y el Rif eran las dos zonas principales de un territorio muy pobre. Era como una zona de seguridad ante las dos plazas de Ceuta y Melilla y los peñones de Vélez de la Gomera y Alhucemas, así como los islotes de las Chafarinas.
Resulta llamativo el pequeño territorio de Tánger, convertido en un pequeño protectorado internacional. Varias potencias europeas lo administrarían conjuntamente, convirtiéndose, con el pasar del tiempo, en una ciudad cosmopolita y foco de espías durante las dos guerras mundiales.
Hoy es una zona deprimida en el actual reino de Marruecos, pero de gran atractivo turístico: del paisaje mediterráneo y montañoso de la zona occidental al semidesértico del Rif, pasando por las ciudades monumentales de Tánger o Tetuán, a las pintorescas Chauen o Larache. En la aún española ciudad autónoma de Melilla se puede admirar un conjunto modernista de especial importancia.