El británico George Borrow (don Jorgito el inglés, como le apodaban en España) viajó a la España de Isabel II en plena época romántica. El país era exótico para aquellos viajeros que se aventuraban por sus caminos pintorescos, plagados de bandidos y personajillos de toda índole. Borrow fue el testigo excepcional de aquella España sumida en la guerra civil carlista, en la incipiente revolución burguesa que a duras penas se iniciaba en plena época de la minoría de edad de Isabel II. Un joven vendedor de Biblias estaba maravillado ante lo que veía y ante las personas que trataba. De todo ello resultó el delicioso libro La Biblia en España, obra que pasó inadvertida hasta que Manuel Azaña lo tradujese del inglés y lo prologase en el siglo XX. Llegó, procedente de Portugal, en el invierno de 1836, siguiendo casi literalmente la actual Autovía de Extremadura desde Badajoz.
Tras conocer a fondo la entonces Villa de Madrid, de la que ha dejado espléndidas descripciones, partió en el otoño de 1836 a la no menos exótica Andalucía, siguiendo también la actual Autovía de Andalucía hasta Cádiz.
Y tras el sur, el noroeste. El recorrido, esta vez sigue con variaciones la Autovía del Noroeste, aunque extiende su viajar por la Cornisa Cantábrica y pasa a Burgos. En este trayecto tuvo encuentros con carlistas y corrió el peligro de ser fusilado.
En los intermedios entre viajes, recorrió los alrededores de Madrid, llegando a la provincia de Segovia y a la de Toledo.
Andalucía era, sin duda, la región española más atractiva a los ojos de estos viajeros anglosajones que buscaban tipismo y pintoresquismo. Al sur español regresó Borrow en 1839, antes de dejar definitivamente España. Inclusive llega a recalar en Gibraltar y atravesar su estrecho para poner el pie en África, concretamente en Tánger, entrando en contacto con el mundo islámico-marroquí.
La Biblia en España es, como dijimos, un libro entretenido y una buena fuente histórica para conocer la España romántica y en plena revolución liberal. Sorprende, sin embargo, la ausencia de viajes por la mitad oriental peninsular, en concreto por Aragón, Cataluña y Valencia, así como por el País Vasco y Navarra. Es posible que la guerra carlista le hiciese desistir de visitar esos territorios.
Gracias por compartir la valiosa información. Estaba buscando acerca de él, puesto que Charles Darwin lo menciona.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Eloy. No sabía que Darwin conociese a Borrow. Espero te gusten los mapas que poco a poco voy elaborando.
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